Centro de Evacuados


A fines de 2006 una fuerte tormenta atacó la ciudad de Rosario, Santa fe, Argentina.
Los destrozos fueron incalculables, roturas de techos, vidrios, locales, casas. Pero los más perjudicados fueron los que viven en condiciones de irregularidad, los asentamientos no formales y precarios, son los que pierden lo poco que tienen y donde habitualmente se generan nuevos focos de pobreza.
El siguiente terreno después del temporal, fue usurpado por un grupo mujeres, madres de familia, con el propósito lograr unas casillas de chapa y madera para poder vivir, en teoría momentáneamente hasta que el estado le solucionara el problema de la vivienda a través de la vivienda social, o alguna solución adoptada.
Esto tuvo dos sentidos, el primero un lugar para poder vivir ya que sus casa fueron arrasadas y el segundo en forma de protesta contra el gobierno, ya que el terreno esta frente a al centro de Distrito Municipal en la zona oeste de Rosario.
Este terreno tiene dos vecinos increíblemente contrastantes, por un lado el Distrito Municipal, y por otro lado asentamientos irregulares.
Entonces el problema radicaba en el que hacer, y en este que hacer, por un lado estaba la idea de en ese mismo lugar construir vivienda social, para que estas familias tuvieran la oportunidad de la casa propia, pero muchas veces las viviendas sociales se abstraen de la realidad, generando aun mas pobreza, ya que lo único que se hace es viviendas, sin tener en cuanta los factores socio-económicos, los factores culturales, la generación de trabajo, la ayuda de profesionales. Y al Hacer viviendas se estaría solucionando de alguna manera ese solo problema.
Al investigar y ver que pasa después de alguna catástrofe natural, situaciones de emergencias, encontramos el desamparo de muchas personas, el desarraigo de su lugar y sus pocas pertenencias, sus relaciones sociales, etc. Los encontramos en grandes gimnasios por días o galpones pasando semanas en condiciones de desesperación. Sin poder ir a trabajar, los niños sin poder ir la escuela, esperando de alguna manera sin esperanza de volver a su mismo lugar a esperar que tal vez vuelva ocurrir lo mismo.
Buscábamos una respuesta a la ciudad. Pero esta que no fuera solo una cosa puesta, y siguiendo con este debate de que hacer, llegue a un centro de evacuados, pero que no solo sea un centro de evacuados para albergar gente sino que pueda brindar un poco más. Por ello después de algunos debates internos generados, pude llegar a este centro. En el cual pensé en un ciclo, y en una respuesta que además de arquitectónica, tendrías que ser una apuesta cultural, para incentivar de alguna manera la educación, el trabajo, la esperanza, sobre todo de que se puede avanzar. Y que para tener un plus adicional, que tenga otros usos.
Entonces pensé que podría servir también que no solo funcione en situaciones de emergencias sino para albergar gente mientras se hacen los planeamientos de las villas para regularizarlas o cuando se utilicen los terrenos de donde personas estaban apara construir viviendas, e ir solucionando esos problemas sin tener a la gente como un objeto, sino como sujetos que somos.
Pablo Borsato